top of page

Si es verdad El Amor Silencioso y Eterno

  • Foto del escritor: samuel gaitan
    samuel gaitan
  • 19 mar 2023
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 31 mar

Te amo con el silencio del tiempo que pasa y no se detiene

te quiero eternamente aunque tengas roto el corazon

te escribire prosas y versos

y tocado canciones improvisadas que solo se escuharon sus melodias

donde la melodia te decia que a te ame y te estoy amando

y en mi tiempo te ame eternamente


Te amo con el silencio del tiempo que pasa y no se detiene,

con cada segundo que escapa entre mis dedos y se pierde,

con cada respiro que me pertenece solo a ti,

aunque el mundo avance, tú y yo quedamos aquí.


Te quiero eternamente, incluso si tienes el corazón roto,

en cada grieta de tu ser, encuentro la belleza de un loco

amor que no se apaga, que no se extingue,

aunque las sombras de la vida a veces te arrastren y te sigan.


Te escribo prosas y versos que nacen de mis venas,

tus recuerdos son mis páginas, tus silencios mis cadenas,

y en cada palabra que te regalo, se esconde mi alma,

que sin ti, pierde su rumbo, su latido, su calma.


Escribiré canciones improvisadas, sin una melodía fija,

solo notas que se mezclan, que mi corazón fija

en un compás de amor, entre los susurros de la brisa,

canciones que solo tú escucharías, que mi amor no se prisa.


Porque mis melodías son solo para ti,

y aunque nadie más las oiga, sé que tú las sentirás aquí,

en lo más profundo, donde el tiempo se detiene,

y en ese rincón silencioso, mi amor por ti se mantiene.


A veces las palabras se vuelven frágiles,

como cristal que se quiebra en mil pedazos inquebrantables,

pero en mis versos, en mis sueños, en mi mirada sincera,

te amo sin fin, más allá de toda espera.


Y aunque el tiempo siga su marcha imparable,

y las estaciones cambien su cara inmutable,

en mi alma, te amaré siempre, sin condición,

en cada amanecer, en cada anochecer, te daré mi corazón.


Tus ojos son dos estrellas que iluminan la noche oscura,

un mar de sueños, de esperanzas, de dulzura.

Y cuando te miro, veo más allá de lo visible,

veo un universo donde todo es posible.


Tu mirada refleja un océano de ilusiones,

y en sus aguas navegan mis más grandes pasiones.

Cada mirada tuya es un viaje sin fin,

un camino lleno de rosas, aunque la tormenta se asome en el confín.


Te amo en cada rincón de este mundo lejano,

en cada espacio vacío, en cada susurro temprano,

y aunque el tiempo corra y el reloj marque su ritmo,

en tu amor siempre encontraré mi abismo.


Y aunque los días se vuelvan grises,

en tu sonrisa hallo la luz que me hace feliz,

porque en ti, amor mío, reside mi verdad,

y en cada latido compartido, soy dueño de mi realidad.


No importa que el mundo me diga que todo tiene un final,

en ti, en tus brazos, todo es eterno, todo es tal

como lo soñé en mis noches solitarias,

donde solo tú y yo existíamos, sin fronteras, sin barriadas.


Cada paso que das es un suspiro de amor,

y aunque tus cicatrices sean huellas de dolor,

te amo más, en un rincón profundo de mi ser,

donde el tiempo no puede llegar, donde el alma es mi poder.


Te quiero con una fuerza que ni el viento puede quebrar,

y en el silencio de la noche, mis pensamientos te sabrán amar.

Te amo con el eco de las montañas lejanas,

con la quietud del cielo, con las aguas tempranas.


Y aunque el amor se diga efímero,

en tu corazón encuentro un faro firme, sin misterio.

Porque mi amor por ti es como el sol que se oculta,

que aunque se esconde, siempre regresa y nunca sepulta.


Es un amor que se hace eterno, que desafía el reloj,

un amor que se siembra en el alma, que germina y no se ahoga en el arroyo.

Y aunque los días pasen, y las horas se lleven la luz,

en mi pecho, tú eres el faro que me guía, mi cruz.


Te amo en silencio, en el susurro del viento,

y en el crisol de mis sueños, te quiero, eterno,

sin importar las tempestades que puedan arremeter,

porque en tus brazos, mi alma ha aprendido a renacer.


Te quiero con un amor que no se detiene,

como las olas del mar, que siempre vuelven y entretienen,

como el sol que siempre vuelve a nacer,

y la luna que alumbra el cielo, sin temer.


Te amo con el ritmo de las estaciones,

como los días que van y vienen con canciones.

Y aunque el reloj avance y el tiempo nos arrastre,

yo te amaré eternamente, sin miedo a que se desgaste.


El amor no tiene un final, no tiene un fin,

es un ciclo continuo, una danza sin fin.

Y en cada vuelta del reloj, mi amor por ti crecerá,

como el viento que susurra, como el río que no cesará.


Te amo con el silencio del tiempo que pasa,

pero no se detiene, no se cansa,

porque en ti, cada instante es un eterno vivir,

y en mi alma, siempre habrá un lugar para ti.


Aunque el mundo se apague y todo se desvanezca,

mi amor por ti nunca perderá su belleza.

Porque en este viaje, en esta travesía,

te amo con cada latido, con cada melodía.


Así, como el río que fluye sin descanso,

y el viento que lleva mis palabras al manto,

te amo con la fuerza de un sol que no se apaga,

y con el cariño de un corazón que siempre te llama.


Tú eres mi norte, mi centro, mi sur,

el amor que me da fuerza, el que me da luz.

Te quiero eternamente, más allá de cualquier tiempo,

porque en ti, mi vida tiene todo su fundamento.


Y aunque el reloj avance, y los días pasen,

mi amor por ti será siempre el mismo, jamás se deshacen.

En ti hallé mi hogar, mi vida y mi verdad,

y siempre te amaré, con el alma y la eternidad.


ree

ree

 
 
 

Comentarios


bottom of page