El Guerrero Mortal y la Princesa del Infinito
- samuel gaitan
- 31 dic
- 1 Min. de lectura
El amor no es juego, dijiste,
ni un campo de batalla que pueda ganarse.
Somos hojas que el viento dispersa,
no aliados, no rivales, ni siquiera amigos.
Quita esa foto en la que el tiempo miente,
donde las risas parecen eternas,
pero eran solo ecos que se apagaron.
No quiero darte mi número,
no quiero cruzar palabras
que solo traigan tormentas.
Guerrero Mortal, así te llamabas,
fuerte y decidido, como si pudieras conquistar
mi universo infinito.
Pero yo, Princesa del Infinito,
nunca fui una tierra por descubrir,
ni un tesoro por desenterrar.
Soy un abismo que no puedes cruzar,
una estrella que rechaza la órbita
de quien no entiende su luz.
Te rechazo, no por odio,
sino porque mi esencia
es mía, intacta, libre.
Y tú, Guerrero Mortal,
solo buscabas cadenas
que yo nunca podría llevar.
Que quede así,
sin nombres verdaderos,
solo la historia del que quiso
y de quien no pudo entregarse.
El infinito no tiene dueño,
y mi corazón ya no es tu campo de batalla.






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