top of page

El Viaje de Eliza y Cherryliz el gato fenix


Había una vez, en un rincón lejano del universo, un ser único y maravilloso llamado Cherryliz. Cherryliz no era un gato común y corriente; él era un Fénix de fuego con alas brillantes que resplandecían como el sol. Su pelaje, una mezcla de dorado y anaranjado, parecía hecho de llamas vivas, y sus ojos, de un verde profundo, reflejaban la sabiduría de los astros. Cherryliz había pasado siglos vagando por el espacio, volando entre las estrellas, pues su especie, los Gatos Fénix, se creía extinta hacía mucho tiempo.


Un día, mientras exploraba un planeta deshabitado, Cherryliz se topó con una joven llamada Eliza. Eliza era una exploradora intrépida que había dejado su hogar en una nave nodriza para buscar su propio destino en el universo. Aunque era joven, Eliza ya había vivido muchas aventuras, y su curiosidad la había llevado a viajar sola por planetas lejanos, siempre con el deseo de aprender y descubrir.


Cuando Eliza vio a Cherryliz por primera vez, quedó maravillada. Nunca había visto una criatura tan hermosa y poderosa. Pero, más allá de su asombro, sintió una conexión especial con él. Era como si, en ese preciso instante, ambos supieran que sus caminos estaban destinados a cruzarse.


"Hola, pequeño", dijo Eliza con una sonrisa, aunque sabía que Cherryliz no era nada pequeño. "¿Qué haces aquí, tan lejos de todo?"


Cherryliz, a pesar de ser un ser cósmico, comprendía a la perfección el lenguaje de los humanos. Se acercó a Eliza y, con un suave ronroneo, se frotó contra ella. Sus llamas no quemaban; al contrario, desprendían un calor reconfortante que hizo que Eliza se sintiera segura y acompañada.


A partir de ese momento, Eliza y Cherryliz se volvieron inseparables. Viajaban juntos por el universo, explorando planetas desconocidos y enfrentando desafíos que pocos se atreverían a enfrentar. Cherryliz, con sus poderosas alas, podía volar en el espacio, y Eliza, con un traje especial que le permitía respirar y moverse en el vacío, lo acompañaba en todas sus aventuras.


Pero Cherryliz no era solo una mascota; era un compañero leal y protector. En más de una ocasión, salvó a Eliza de peligros inesperados. Una vez, mientras exploraban un planeta cubierto de hielo, fueron atacados por una criatura gigante que vivía bajo la superficie. Cherryliz, con su fuego, derritió el hielo y ahuyentó al monstruo, salvando a Eliza y permitiéndole continuar su exploración.


Eliza, por su parte, enseñó a Cherryliz el valor de la amistad y la familia. Aunque Cherryliz había pasado siglos solo, volando de estrella en estrella, ahora sabía lo que era tener un hogar, un lugar al que siempre podría regresar. Y ese lugar estaba al lado de Eliza.


Con el tiempo, Eliza se convirtió en una exitosa empresaria en el universo. Abrió tiendas en diferentes planetas, creó su propio hotel flotante y fundó un banco intergaláctico. Pero, a pesar de todo su éxito, nunca olvidó la importancia de su familia y de Cherryliz, quien siempre estuvo a su lado en cada paso del camino.


Juntos, Eliza y Cherryliz demostraron que no importa cuán vasto y solitario pueda ser el universo, siempre hay lugar para la amistad, el amor, y la lealtad. Y así, mientras viajaban por los confines del cosmos, sabían que, aunque el universo estuviera lleno de maravillas y misterios, el mayor tesoro que podían encontrar era el uno al otro.

Narrador:

En la vasta oscuridad del cosmos,

Allá donde las estrellas danzan y los sueños nacen,

Una joven llamada Eliza, con el fuego en su corazón,

Dejó el hogar paterno, buscando su propio sol.


Eliza (pensando en voz alta):

"Padre, madre, hoy emprendo mi camino,

No seré más una sombra en la nave nodriza,

Sino una llama ardiente,

Que en cada planeta, dejará su huella brillante."


Coro Griego (en eco):

¡Oh, Eliza, viajera del firmamento!

Tu valentía es un canto de libertad,

Las alas del destino te llevarán lejos,

Pero el recuerdo del hogar siempre te guiará.


Acto II: El Encuentro con Cherryliz


Narrador:

Viajando por mundos desconocidos,

Eliza encontró lo que creía extinto,

Un gato Fénix, con alas de fuego,

Que volaba entre estrellas, un ser de misterio y fuego.


Eliza (con asombro):

"¡Cherryliz te llamaré, criatura mágica!

Serás mi compañero, mi amigo leal,

Juntos cruzaremos los confines del universo,

Y en cada estrella, nuestro nombre resonará."


Coro Griego (en reverencia):

¡Oh, Cherryliz, guardián de las llamas celestiales!

Con tu fuego, el frío del espacio se desvanece,

Eres la chispa de esperanza en la oscuridad,

Y con Eliza, tu vuelo será inmortal.


Acto III: Eliza se Convierte en Empresaria


Narrador:

Con Cherryliz a su lado, Eliza creció,

Científica, empresaria, una fuerza en el espacio,

Vendía ropa en su tienda crucero,

Hasta que un hotel levantó, y un banco fundó.


Eliza (hablando con Cherryliz):

"Hoy somos más que viajeros, somos hacedores,

Con cada paso, construimos nuestro destino,

Hecho de sueños, estrellas y fuego,

Pero aún busco algo más, la paz en mi alma."


Coro Griego (con solemnidad):

¡Oh, Eliza, arquitecta de mundos!

Has conquistado el cosmos con tus manos,

Pero el verdadero tesoro no está en las estrellas,

Sino en el amor que en tu corazón guardas.


Acto IV: La Búsqueda de la Familia


Narrador:

Eliza, en su éxito, nunca olvidó,

A su familia que en la distancia quedó,

A través de la red social del universo,

Les envió mensajes y amor eterno.


Eliza (escribiendo a sus padres):

"Padre, madre, estoy bien, estoy completa,

Pero en mi corazón, hay un vacío,

Zamur, mi hermano, ¿dónde estás?

Mi corazón no descansará hasta encontrarte."


Coro Griego (con esperanza):

¡Oh, familia, tesoro del alma!

Más allá del oro y las galaxias,

El amor es el lazo que nos une,

Y en la distancia, siempre brillará.


Acto V: La Canción de Paz – "Mi Familia es un Tesoro"


Narrador:

Eliza, en su viaje, encontró una verdad,

Que el mayor de los tesoros no está en los logros,

Sino en el amor que da y recibe,

Y en la familia, que nunca se olvida.


Eliza (cantando suavemente):


"Mi familia es un tesoro,

Brilla más que mil estrellas,

En cada rincón del universo,

Su amor me guía, me sostiene.


No importa cuán lejos vuele,

Ni los mundos que explore,

Mi corazón siempre volverá,

A ese hogar, que es mi verdad."


Coro Griego (uniéndose en la canción):

"Oh, mi familia, mi tesoro,

En sus brazos hallo mi paz,

El universo es vasto y frío,

Pero en su amor, siempre encontraré calor."


Narrador:

Y así, Eliza y Cherryliz continuaron su viaje,

Con la paz en su corazón,

Sabiendo que, aunque los mundos cambien,

La familia siempre será su hogar.

ree
ree

 
 
 

Comentarios


bottom of page